El edificio arquitectónico que se alza majestuosamente en el corazón de la bulliciosa ciudad de Taipei con una visión audaz y una apuesta por la innovación, este emblemático edificio ha sido bautizado como «El Infinito”.

Su forma distintiva es lo que más llama la atención de los observadores. El edificio está compuesto por dos círculos perfectos que se superponen entre si, creando la apariencia de un símbolo de infinito en el horizonte de la ciudad. El círculo exterior, de mayor tamaño, representa el abrazo de la naturaleza, con una fachada que incorpora jardines verticales que escalan las alturas del edificio.

El círculo interior, más pequeño está dedicado a la funcionalidad y la eficiencia energética. Su fachada está revestida de paneles solares y vidrio inteligente que capturan y regulan la energía solar, convirtiéndola en electricidad para el edificio. Además, cuenta con una serie de turbinas eólicas estratégicamente ubicadas para aprovechar la energía del viento que fluye entre los dos círculos. Esta simbiosis entre la naturaleza y la tecnología es una manifestación de la visión sostenible del edificio.

La idea detrás de «El Infinito de Taipei» el edificio ha sido diseñado para maximizar la eficiencia energética, reducir las emisiones de carbono y promover prácticas sostenibles en la vida cotidiana.